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¿Está nuestra empresa preparada para el teletrabajo?

La crisis del coronavirus: una oportunidad para mejorar la productividad del empleado.

En vista de los recientes acontecimientos en relación con la propagación del Coronavirus muchos países están tomando medidas para proteger a la población y contener la pandemia.

En Italia, como sabemos, dado el alto índice de contagios del virus se ha prohibido salir de casa si no es totalmente necesario y justificable. En estos momentos en España se están tomando también medidas y ya se han suspendido actos públicos y clases.

La situación impone un cambio

Nadie duda que la situación actual requiere que muchas empresas se adapten en el caso de que algunos trabajadores se contagien o tengan que permanecer en sus casas para atender a sus hijos o familiares mayores.

En cualquiera de los casos, las empresas no pueden dejar que su productividad se vea afectada y la mayoría no pueden dejar de prestar servicios.

Estamos viviendo una emergencia mundial y muchas empresas no tienen preparado un plan de contingencia para poder atender a sus clientes en caso de que los empleados no puedan acudir a sus puestos de trabajo o se decrete como en Italia que permanezcan en sus casas.

Muchas grandes empresas en Madrid y Barcelona ya están permitiendo que los empleados teletrabajen desde casa. Madres que optan por permanecer en sus casas y trabajadores que no acuden a su puesto de trabajo por el temor al contagio en transporte público.

Tanto grandes corporaciones como pequeñas empresas están manteniendo reuniones de emergencia para estudiar los protocolos de digitalización de sus servicios.

La crisis como oportunidad

En una situación de crisis también es un buen momento para analizar la situación como una oportunidad.

  • ¿Cuánto se ahorra una empresa en gastos de alquiler de oficina y suministros si los empleados trabajan desde casa?
  • ¿Afecta el servicio de atención al cliente si el empleado puede atenderle desde casa con la tecnología adecuada?
  • ¿Mejora el nivel de satisfacción del empleado y la productividad del empleado si se le permite trabajar desde casa en un horario flexible?
  • ¿Mejora la imagen de la empresa por parte de los clientes si ésta dispone de herramientas digitales y en la nube que les permita una interacción directa sin necesidad de acudir a una oficina física?

Compromiso ético con el empleado

Algunas empresas han tomado la decisión de adaptar la flexibilidad horaria y el teletrabajo a sus empleados y han experimentado un incremento del 30% de la productividad del negocio y sobre todo el nivel de satisfacción del empleado.

No es necesario probar que si el trabajador está contento, se siente motivado, va a trabajar mucho mejor. Hablando de términos de “felicidad” muchas empresas ya están enfocadas en colocar al empleado en el centro de su negocio y se esfuerzan en buscar condiciones para aumentar su motivación.

Una forma de conservar el talento en la empresa es precisamente mejorando las condiciones de trabajo y el nivel de confianza.

La forma de entender los negocios, el impacto de la tecnología está llevando a la necesidad ineludible de apostar por un cambio en la forma de organizar y dirigir las empresas.

Esto implica además una nueva cultura y una visión más abierta.

En términos éticos hablaríamos de respeto y confianza, por eso muchas organizaciones ya tienen sus Planes de Igualdad y sus compromisos éticos e informan en sus webs de la filosofía de su empresa, del plan de sostenibilidad y hasta de cómo es trabajar con el equipo.

Todo ello en un intento de captar el talento y de mostrar un valor que lo diferencia de la competencia.

Analicemos pues la situación de crisis como una oportunidad para adaptar nuestro negocio a un entorno más competitivo y de cambio constante.


  • ¿En qué deberíamos pensar para poder instalar el teletrabajo en casa? ¿Cómo iniciarlo?
  • Observemos las interacciones entre empleado/empleado y empleado/cliente.

Pero sobre todo debemos preguntarnos:

  • ¿Tenemos las herramientas necesarias para digitalizar nuestros servicios?
  • ¿Estamos dispuestos a apostar por las personas colocándolas en el centro de nuestro negocio?

En resumidas cuentas:

  • ¿Estamos preparándonos para el futuro o esperamos a tomar las decisiones precisas por obligado cumplimiento?